martes, 20 de junio de 2017

Reseña: La Campana de Cristal de Sylvia Plath


Título: La Campana de Cristal
Título original: The Bell Jar
Autor: Sylvia Plath
Editorial: Edhasa
Páginas: 383

Sinopsis:

Esther es una joven universitaria que recibe un premio consistente en vivir unos meses en New York y conocer los entresijos del mundo editorial (publicaciones de cuentos o libros, revistas de moda...). En esos meses vive una vida regalada, con lujos y atenciones. Pero de entre esas primeras páginas surge Esther con su apabullante y tenaz vida interior. Su vida es una sucesión de tensiones morales, sociales, de imposiciones escritas y no escritas; de tabúes sexuales; de costumbres rurales en un mundo cambiante; de sueños incumplidos; de necesidades vitales apartadas; de anhelos desesperados; de miedo, de mucho miedo por la vida. Cuando acaba su estancia en New York y vuelve a su pueblo caerá sobre ella todo el peso de la realidad cierta o no.


Opinión personal:


Empecé este libro sin saber muy bien con lo que me iba encontrar, y qué fue con lo que me encontré, básicamente con la historia de una chica llamada Esther que cae terriblemente en depresión. Una historia intensamente profunda.
La campana de cristal es una novela semiautobiográfica escrita por Sylvia Plath, la famosa poetisa estadounidense, que nos revela en parte mucho sobre los pensamientos de esta autora y de su sufrimiento. Lo hace, al igual que en sus poemas, transmitiendo profundos y oscuros sentimientos.
La escritura de Sylvia Plath es poética en cierta manera, aunque estuviese escrita en prosa, además de tener una manera especial de ver las cosas y la sociedad.
Narrada en primera persona por nuestra protagonista Esther Greenwood, una chica de diecinueve,
flaca y alta, que al principio de la historia se encuentra en Nueva York por un premio ganado en una revista de modas y que después tiene que regresar a su hogar, en un pueblo cerca de Boston.

La evolución de Esther a lo largo de la novela es inmensa, siendo que al principio podría ser incluso sarcástica (porque sí, me hizo reír más de una ocasión sus comentarios) para luego convertirse en una chica atrapada en una campana de cristal, como ella lo describe.

El título de la obra concuerda perfectamente con el contenido de la novela si entendemos la metáfora que Sylvia utiliza en ella, que menciona un par de veces y que con eso me hace entender que la campana de cristal no es sino la depresión
en la que ocasiones podemos vivir sin vivir, siendo posible que realmente pase esto de vivir in vivir, que sería más bien una existencia plana y sin sentido.

Esther me pareció una mujer con nuevos ideales, inteligente, con inicios de pensamientos feministas, señalando ella que quería ser independiente de un hombre y no necesariamente casarse para formar una familia, algo a lo que toda mujer aspiraba en esos tiempos. Además de que en su narración toca temas como la virginidad, la sexualidad, el suicidio.

Otros personajes que aparecen en la obra, además de nuestra querida Esther, son Doreen, Joan, la madre de Esther, Jota Ce, Betsy, Buddy Willard y algunos chicos con los que Esther sale fugazmente.
Doreen, una chica amiga Esther que también fue ganadora del premio de revista, es diferente a las demás y se muestra rebelde e independiente, segura de sí misma y sarcástica.

Bully Willard, es el chico del que Esther estuvo enamorada por mucho tiempo. Un chico estudiante de medicina que parece ser perfecto y procedente de una familia impecable, pero que no por eso él también lo es. Creo que con este personaje la autora nos da a entender más señaladamente que los hijos no siempre son iguales a sus padres ni tienen una forma de vida como la de ellos.

También está Joan, conocida y amiga de Esther desde la adolescencia, que como dice Esther, aparece en su vida cuando está en crisis con una crisis similar, que la recuerda a su yo anterior, tal vez porque Joan se muestra casi siempre animada. Joan fue un personaje interesante que presentó características peculiares para esos tiempos.

Una de las cosas que me llamó la atención del libro, fue que no hubo algún personaje que se quedara todo el tiempo en “escena”, era como entraban y salían y simplemente siempre quedaba Esther ahí. Esto me hizo pensar, como en nuestra propia vida siempre están entrando y saliendo personas, y que al final de cuentas nosotros somos los único que vamos a permaneces, porque obviamente, es nuestra vida y nuestra propia manera de vivirla.


Hablando del curso de la trama, para mí el libro nos cuenta el “proceso” por decirlo de alguna manera en que las personas a veces caemos duramente y cómo podemos levantarnos, no necesariamente de golpe sino poco a poco, para redescubrir que siempre tenemos esperanza y la fuerza para soportar las dificultades y hostilidades en esta vida.

La trama no es muy elaborada, creo que más que nada en este libro lo que descubrimos son esos sentimientos y pensamientos reprimidos de la protagonista y de la misma Plath, porque recordemos que es una novela semi-autobiográfica.
Si bien una de las cosas que noté en la narración fue que en los momentos de depresión de Esther su voz se escuchaba (por decirlo de alguna forma) más plana, más desinteresada en lo que la rodeaba, y pues esto es algo que seguro las personas con depresión sienten. 

El final, un final abierto, nos deja en la esperanza de que Esther pueda seguir su vida normal, que es la primera dirección en que puede ir la historia, aunque como yo que nunca descartó todas las posibilidades podría ser que Esther retrocediera en su progreso (lo que le sucedió realmente a la autora). Pero bueno, siendo que así termina esta novela lo más sensato es lo primero que mencioné.

La campana de cristal, ya un clásico en los Estados Unidos, es una novela que recomiendo leer con la conciencia de que no nos contará una historia de alegría y en que la vida es de color de rosa, sino una contada por la cruel realidad de aquellos que sienten que la vida ya no tiene sentido.
Con este libro a pesar de sentir la pesadez de la depresión de la protagonista también pude reírme y entender a este personaje, tal y como estaba viviendo las cosas. Finalmente, les recomiendo leer este libro algo más profundo y metafórico y entrar un poco más en este mundo de Sylvia Plath.


Calificación:



Si han leído la novela no olviden comentar qué les pareció, a que conclusiones llegaron con él y todo lo que opinan de él en general; y si no, igual pueden decirme si piensan leerlo o no. Por mi parte, esta autora me llamó mucho la atención, de hecho ya he empezado a leer pausadamente uno de sus poremarios del que espero hablarles pronto, y bueno, tal vez les traiga una entreda especial dedicada a ella.

Espero que les haya gustado esta reseña y recuerden que ¡nos seguimos leyendo!

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